La idea que tiene la inmensa mayoría de la población es que un gato no necesita ningún tipo de arreglo o baño por parte de un peluquero, debido a que un gato se limpia él solito con su lengua adaptada para ello, y solo es necesario para aquellos ejemplares con manto largo y que tiende a anudarse al cabo del año, acabando el problema durmiendo el animal y rasurándolo enteramente.
La realidad no es esta. En el mundo se pueden encontrar más de 80 razas de gatos pero, dependiendo del color de su pelaje, la textura cambia, haciendo que en total haya una diversificación de más de 300 tipos de gatos agrupados en tres tipos de pelaje: largo, semilargo y corto. Evidentemente, un ejemplar de pelo corto necesitará menos cuidados que uno de largo, pero igualmente necesita un arreglo periódicamente, por parte de un peluquero experimentado en peluquería felina. Por esto la peluquería felina es indispensable, es una realidad.
No es habitual encontrar profesionales experimentados en estos casos pero existen. Al igual que el mundo canino, existe la peluquería felina para exposición de belleza y está al orden del día, pero para gatos de particulares, la peluquería felina casi no se encuentra, aunque va aumentando a medida que la población va concienciándose (en este caso es muy lento, por desgracia). Lo lamentable es cuando un propietario de un persa, por ejemplo, busca de manera desesperada a algún peluquero canino (felino es casi imposible en muchas zonas) para que le haga un rasurado por todo el cuerpo, debido a que el pobre animal ya no se puede ni mover por los nudos que presenta todo su cuerpo. Si su gato presenta este aspecto lo más probable es que, el criador que le proporcionó su mascota, no lo asesoró suficientemente bien: un gato de pelo largo necesita cuidados casi a diario para mantener su pelaje en óptimas condiciones. ¡Lamentablemente, hoy en día casi no se tiene tiempo ni para comer!
Esto es como un pez que se come la cola: si el propietario no arregla el manto de su gato, si no encuentra una peluquería felina y por supuesto, nadie le explica que su gato debería ir cada mes a la peluquería, el gato no está habituado a salir de casa y menos que lo manipule un extraño, cada vez empeora más el estado de su pelaje y, por comodidad, el gato solo va a un “centro” (lo que encuentra el propietario: veterinario o centro de estética canina), duermen el animal (solo se aconseja siempre bajo la supervisión de un veterinario), le rasuran todo el pelaje de su cuerpo y hasta el próximo año.
PECULIARIDADES DE LA PELUQUERÍA FELINA
Como se ha mencionado anteriormente, cualquier tipo de manto requiere un arreglo, con más o menos periodicidad. Por este motivo, es muy importante acostumbrar a su felino a salir de casa y que lo manipule un extraño desde bien jovencito, evitándose la sedación del animal. Al contrario de los perros, lo más habitual es que el felino presente una aptitud más positiva con la presencia de su propietario delante y, poco a poco, el gato encontrará normal ir a un centro para que lo acicale una persona desconocida.
En el centro, el peluquero realizará la extracción de todo el pelo muerto a fin y efecto de que cuando su propietario lo coja en brazos o lo mantenga encima de su “falda” no quede ni un pelo. A parte, si es necesario, le realizará algún tipo de arreglo, como por ejemplo, la “depilación” (arranque de pelo), la cual favorece el crecimiento de algunas zonas de su cuerpo, conocido en el mundo canino como “stripping”, pero en menor grado de superficie de extracción de pelo. A la hora del baño se le retirará la capa de grasa, que suele generar la piel en todos los animales (incluidos nosotros) y que se va acumulando en el pelaje, utilizando una buena cosmética. Finalmente, teniendo mucha psicología felina, se realizará el secado, paso muy delicado por lo asustadizos que son los gatos pero que se puede minimizar utilizando un secador especial, más silencioso que los habituales.
¿QUÉ COSMÉTICA SE DEBE UTILIZAR?
Al igual que la falta de profesionales de estética en el sector felino, en el mercado no se encuentra un gran abanico de cosmética especializada para los gatos (habitualmente se suele encontrar 15 referencias para canes frente a 1 para los felinos). Todo tiene solución y lo más importante es saber lo que le hace falta al manto y piel de un gato; lo que se tiene que mirar, en primer lugar, es que el pH del cosmético sea neutro, es decir, pH 7. En segundo lugar, se tiene que verificar que el ejemplar a bañar no presenta ninguna anomalía o hipersensibilidad en su piel. Por último, teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, dependiendo de cuales sean los resultados que se busca en la cosmética (potenciar el color o hidratarlo, por ejemplo), se podrá elegir una referencia u otra.
La peluquería felina es igual de importante que la canina; con paciencia y buen trabajo, algún día, la peluquería felina no solo será para llevar a un gato a exposición si no que también para mantener el pelaje de un gato doméstico en condiciones higiénicas y saludables.